sábado, 15 de mayo de 2010

SE LOS ROBE YO DON ATILIO!

Don Atilio iba todos los días a charlar al galpón enfrente. Allí pasaba horas con sus amigos comentando los pormenores del campo, los acontecimientos del pueblo y de la familia. Y en el galpón solía estar tambien el Enzo que trabajaba en las máquinas con los amigos.
Se acercaba Navidad y una tarde Don Atilio comentó que tenía unos pollos hermosos que había criado en el gallinero de los fondos y que iban a estar justo para comérselos esa Nochebuena.
A la mañana siguiente llegó al galpón un poco indignado. Contó que cuando fué a dar de comer a los pollos a primera hora se encontró que habían entrado ladrones la noche anterior y se los habían llevado. No le dejaron ninguno y la Nochebuena ya estaba encima.
El Enzo que tenía un humor muy especial y siempre te dejaba con la duda si hablaba en serio o en broma, le dijo enseguida:
-"Los pollos se los robé yo, Don Atilio"-
Don Atilio primero no le prestó atención, y seguía tratando de deducir como habrían entrado los chorros y quienes podrían ser.
Y el Enzo le insisitía:
-"Los pollos se los robé yo, anoche Don Atilio"-
Don Atilio, un poco molesto porque interrumpía sus deducciones y conclusiones detectivescas no le contestaba.
-"No pierda tiempo en conclusiones, los pollos se los robé yo"- Decía el Enzo
Y Don Atilio al fin hizo un paréntesis en el desarrollo de su línea investigativa y con su sonrisa bonachona le contestó:
-Pero mirá que si me los hubieras robado vos me ibas a venir a decir-
-"Bueno Don Atilio, Usted no me cree, pero los pollos se los robé yo"-
-¡Enzo andá a trabajar, si me los hubieras robado vos, no me lo estarías diciendo!-
Y en su bonhomía Don Atilio quedó convencido que la cosa no podía ser tan evidente y el que se había llevado la cena de Nochebuena, era cualquiera menos el Enzo, que en realidad la noche anterior con sus amigos de trasnochada, habían saltado el tejido del gallinero, se llevaron los pollos y se los comieron a la cacerola.

miércoles, 6 de enero de 2010

domingo, 25 de octubre de 2009

PAJARO QUE COMIÓ,.. VOLÓ!!

PAJARO QUE COMIÓ, …VOLÓ!!

El amigo Hugo es orgullosamente Misionero y a pesar de los años transcurridos desde que emigró de sus pagos, tiene intacta en la voz la cadencia de esa tierra: “Pura Vida Natural…” como reza el slogan turístico de Misiones.

Cuenta que viviendo allí, una ocasión cruzaron desde Posadas a Encarnación en Paraguay, y se encontraron con una fiesta de esas puebleras: aniversario de algo, día de la Virgen ó Santo del lugar, en fin, de esos acontecimientos lugareños que se dan también en nuestros pueblos del interior y que desembocan casi siempre en una kermés, baile y elección de la reina del lugar.

Así que en un momento de los festejos, elegida la reina, que no resultó para nada especial, porque era del montón nomás y hasta le faltaba algún diente, la hicieron subir al escenario para coronarla.

Parecía un poco tímida, pero no estaba cohibida, y se le notaba que la embargaba una emoción de aquellas por haber logrado obtener el cetro, que tal vez ni imaginó le iba a caer impensadamente. Una autoridad del lugar le colocó la corona, le entregó un ramo de flores, y ella se reía de todo.

El locutor se le acercó con el micrófono y le empezó a hacer las preguntas de rigor mientras que abajo se mezclaban aplausos, silbidos y hasta gritos subidos de tono del público, parte del cual, a esa altura, ya podía darse fe que no pasaba ningún control de alcoholemia.

Nombre ?... Edad ?... Estudias o trabajas ?... y la soberana respondía entre risas, desinhibiéndose y tomando cada vez mas confianza, con ese gustito que va dando sentirse el centro de atención y mas si hay un micrófono de por medio.

En una de esas, el conductor le hizo la pregunta que se venía venir, ante el desenfado de la agraciada:

-¿Y… TENES NOVIO…?

Y ella muerta de risa, largó la respuesta:

-TENIA….!! …PERO PAJARO QUE COMIO…VOLO…!!

domingo, 26 de julio de 2009

AL OTRO DÍA...

Eran las épocas de bolsillos flacos, en que comprarse un traje era toda una hazaña. Además el traje se usaba indefectiblemente para cualquier evento, por lo que tenia una importancia muy grande. Nadie que quisiera tallar un poco iba de remera ó pullover a un baile.
Candidito era en la barra el que mas dificil situación tenía para lograrlo, pero todos sabían que estaba haciendo un esfuerzo para juntar pesito a pesito y poder llegar a tener el tan ansiado traje nuevo.
Hasta que un dia llegó eufórico, al lugar donde se juntaban todos:
-¡¡Muchachos, me compre el traje!!
Hubo aplausos, palmadas, algun cachetazo amistoso, y empezaron las preguntas.
Algun descomedido preguntó "¿cuanto te costo?", otro "¿es derecho o cruzado?", pero la pregunta mas insistente era
-¿Que color es Candidito?.
Y ahi empezó Candidito a querer explicar el color de su nuevo traje:
-Y mira el color es.., es.. como te explico.. es un color raro... a ver.. es color...
-Dejate de joder Candidito, tantas vueltas, ¡¡ni que fuera un arco iris!!
-Dale pelotudo... o son macanas que compraste el traje?
No, no.. es cierto, -dijo Candidito- a ver te explico, sabes que color es:
-¿Viste un dia que llueve...?
Los de la barra se quedaron boquiabiertos mirandolo:
-Y si..Y...?
-Bueno ..AL OTRO DIA!!

DEMASIADO QUE ME LLEVA A MI...

El Flaco tenia una camioneta con la que se rebuscaba. Un día que habia llovido venia barreando por el camino de tierra y antes de llegar al pueblo alcanzó a Don Juan, un viejo conocido que venía caminando trabajosamente por la huella, todo embarrado con una bolsa de maiz para los chanchos al hombro.
Al alcanzarlo aminoró la marcha y le dijo "Don Juan, suba que lo acerco". Don Juan se negó educadamente alegando que como lo iba a molestar subiendo. El Flaco inisitió que no le costaba nada, que la caja de la camioneta estaba vacía y Don Juan se seguía negando por la molestia que esto acarreaba.
Tanto insistió El Flaco, que al final Don Juan, siempre pidiendo disculpas, se subio a la caja, y El Flaco reanudó la marcha.
Iba tan atento a los huellones en el barro, con la vista fija en el camino , que recorrió un buen tramo sin mirar el espejo retrovisor. De repente mira el espejo y lo ve a Don Juan parado en la caja y.. ¡¡con la bolsa al hombro!!.
Ver esto y parar la camioneta fue todo uno: "Pero Don Juan, como va ir así con la bolsa al hombro, pongala en la caja y sientese o venga adelante conmigo"
Y Don Juan de los mas seguro le contestó: "Pero m'hijo, faltaba mas ¡¡DEMASIADO QUE ME LLEVA A MI, ...MIRE SI TAMBIEN VA A LLEVAR LA BOLSA!!

miércoles, 22 de julio de 2009

TODO PARECIA UNA FIESTA...

El Flaco tenia unos cuantos amigos, los unia el amor por la musica y tenian armada una banda con la que despuntaban el vicio. Siempre se reunian a ensayar y a disfrutar de su "metié". Con el paso del tiempo algunos tenian novias, otros se casaron, otros seguian solos como el Flaco, que vivia con su perro al que amaba.
Un dia que tenian que ensayar, al Flaco se le ocurrio la feliz idea -para el- de decirle a sus amigos que trajeran a sus novias o sus mujeres para de paso conocerse mas, compartir, charlar, tomar unas cervezas y hacer la relación mas rica.
Todos aceptaron encantados y el Flaco se sintió eufórico, preparandose para el dia y hora clave en que todos llegarian a su casa, asi que trato de tener todo en orden. Cerveza fria en la heladera, una picada, y gozando de antemano lo que soñaba seria una fiesta de la amistad.
Llego la hora pactada y fueron llegando todos a la casa, con sus respectivas chicas. Algunas se conocian entre si, otras no, algunos llegaron con su bebé pequeñito, otros trajeron algo para sumar: unas empanadas, una torta. El Flaco no entraba en si de felicidad.
Los fue recibiendo uno a uno. Y llego tambien Cacho con su novia que se trajo su mascota inseparable: un gato angora muy vistoso.
Empezaron charlando, comentandose cosas de sus vidas privadas, como el tema de los que eran padres recientes, los que recien se habian ido a vivir juntos, las anecdotas de los que seguian solteros y vagueaban a rolete. Todo era risa, y alegria, y El Flaco estaba muy feliz.
Despues de un rato y unas cuantas cervezas, los invito a tomar los instrumentos y empezar a hacer algo de musica. Todos accedieron encantados y empezaron a tocar con gran entusiamo.
Por ahi en la mitad de un tema, quizas por algun redoble mas entusiasta en la batería, ó algun acorde violento del guitarrista, el gato que dormía plácidamente en la falda de la novia de Cacho, se paró de golpe é inchó el lomo pegando un bufido.
Para que lo habrá hecho, en cuanto esto sucedió, el perro de El Flaco se paró del rincon donde tambien dormía, y con todos los pelos del lomo parados encaró para el lado del gato mostrando los dientes.
El gato vio venir el perro y pegó un salto, que a su vez motivó al perro para encararlo con todas las ganas de hacerlo bolsa.
Se armo entonces un revuelto terrible, el gato salto a un cortinado, el perro también saltó y lo volteó, y en el suelo se revolcaban los dos entre aullidos y maullidos en una lucha cuerpo a cuerpo, que la novia de Cacho trataba de interrumpir y El Flaco miraba atónito sin atinar a hacer nada.
La dueña del gato logro agarrarlo, El Flaco sujetó al perro, pero ya se había roto el encanto, y la dueña del felino, que había perdido los estribos, empezó a insultar al Flaco con toda clase de palabrotas, y esto hizo que las otras chicas tomaran partido unas por El Flaco otras por la novia de Cacho, lo que generó un enfrentamiento en el que, al final, tambien se prendieron los varones, y ya nadie pudo frenar el asunto.
Al final todos se pararon, recogieron sus cosas y se empezaron a marchar recriminandose esto y lo otro, incluso los amigos de siempre entre si, dejandolo al Flaco como paralizado y sin atinar a detenerlos.
Cuando el ultimo se terminó yendo, con una frase final "¡¡¡..no podes ser mas pelotudo..!!!" El Flaco se fue para adentro amargado, miro el desastre que habia quedado en su living, la picada desparramada, alguna botella de cerveza y vasos rotos por el suelo, los instrumentos todavia enchufados y por cualquier lado, y mirando el techo dijo resignadamente "...TODO PARECIA UNA FIESTA... Y TERMINO EN UNA TRAGEDIA.."

jueves, 26 de febrero de 2009

¡..LA OTRA TIENE LA MISMA EDAD!

José es un gallego longevo. Tiene 97 años y es bastante cascarrabias. Todavía suele escaparse caminando unas cuantas cuadras y llegar a la casa de su hermano. Cuando llega, como es su costumbre, protesta "..no puedo caminar ni dos pasos, no hay caso, no puedo caminar!".
Hasta hace poco andaba aun en bicicleta. En su edad laboral trabajaba en un frigorífico y su tarea era en las cámaras donde se enfriaban las reses. Suponemos que el frío lo inmunizó bien porque aunque ha tenido momentos delicados de salud, ha logrado salir airoso de todos.
Un día apareció por el consultorio de su medico para hacerse atender. Allí de mal humor empezó con una queja muy insistente "Doctor, Me duele esta pierna! me duele siempre! y es esta la que me duele Doctor!!
El Doctor le revisaba la pierna, y pensaba que explicación darle para ese dolor a los 97, que era casi lógico. Finalmente le explico: Sabe que pasa José... esta pierna tiene muchos años y por eso le duele... y José indignado le respondió "..SI DOCTOR, Y COMO LA OTRA TIENE LA MISMA EDAD... Y NO ME DUELE!!

viernes, 13 de febrero de 2009

...ES TARDE CARLOS (Colab. de Nico)

Dos viejos amigos del pueblo habían salido de juerga una noche. Ya grandes ellos dos, habían terminado en el cabaret del pueblo.
Ya en el lugar se tomaron una copa en la barra, y uno de ellos -Pipo- estaba muy animado junto a una bella señorita. Finalmente, con ella se fué a una de las habitaciones.
Carlos, su amigo, todavía estaba en la barra cuando se le acercó la madama del lugar, y en una breve pero precisa charla le preguntó si su amigo se había dado cuenta que la bella señorita no era tal -era bella si, pero no señorita-.
Carlos,se quedó paralizado, pero enseguida pensó en Pipo, y en que no iba a poder soportar eso en el futuro. Sin pensarlo mucho, subió raudamente las escaleras y golpeó desesperado la puerta de la habitación gritando "¡Pipo, Pipo, es un travestiiii..!".
Del fondo de la habitación se escuchó una frase que puso fin al asunto "..ya es tarde Carlos.."

domingo, 8 de febrero de 2009

NOPO SEPE

El Doctor Arturo Frondizi había asumido la presidencia de la Nación. Como todos los gobernantes, inaugurar obras era una de sus prioridades, y la ocasión de la finalización de la construcción de la Ruta 65 era una oportunidad para asistir y cortar las cintas. En aquel Partido Bonaerense por donde pasaba la ruta y se decidió hacer la recepción del Presidente y su comitiva, los preparativos eran entusiastas. Se organizaron los actos protocolares, los oficiales de la inauguración y finalmente una recepción y cena de gala con la presencia del Presidente, con el mayor esmero y dedicación, porque quien sabe cuando se iba a dar otra vez la ocasión de la visita de la máxima autoridad de la República.
El problema mas delicado es que había asumido la función de Intendente del Partido un político, que si por algo brillaba era por su soberana ignorancia. Bruto, torpe, tosco y sin ningún pulimento, eran muy comunes sus metidas de pata con salidas, que no por cándidas, evitaban dejar descolocados a sus funcionarios municipales, secretarios y adláteres políticos. Estos muchas veces pasaban por momentos difíciles para tratar de enmendar sus salidas y preferían se mantuviera callado en todo momento, porque si abría la boca era muy probable que se mandara una soberana bestialidad.
Los actos del día tuvieron una normalidad bastante aceptable. El Intendente leyó trabajosamente un discurso que le habían escrito, pero paso medianamente esa prueba, y luego en el resto de la jornada los temas fueron mas bien técnicos y no se dio ocasión para que diera su opinión muy seguido.
Cuando llego la cena de gala, todos temblaban. Se había preparado un exquisito menú y recurriendo a las familias mas tradicionales de la zona se obtuvo para la cabecera de honor que ocuparía el presidente, los ministros que lo acompañaban y el Intendente una vajilla importada de mucho valor pero que estaba a la altura de las circunstancias. El temor estaba en que en ese largo rato el Intendente estaría sentado a la derecha del Presidente y en directa comunicación con el, en cuanta charla pudiera plantearse.
Llegado el momento, entraron al salón los funcionarios entre los aplausos de los asistentes y se dirigieron a la cabecera tomando asiento. Mientras llegaba el momento de ser servidos, el Presidente observó la vajilla y los cubiertos de plata, interesado y bien impresionado por la misma, y levantando un tenedor lo estudio detenidamente y dirigiéndose al Intendente le susurró con admiración: " Plata Lapas..!" Este lo miro con los ojos bien abiertos y una sonrisa de satisfacción le contestó: ...NO.PO SE.PE! ...ES.PE PRES.PE TA.PA. DA.PA

miércoles, 4 de febrero de 2009

¡¡..ARRIESGUE POLUCHO!!

La inundación estaba haciendo estragos. El agua venía desbordando lagunas y en Quiroga que no fue menor, terminó superando las escasas defensas y pasó a raudales por la plaza principal. Se organizaron las tareas, como siempre después que el mal se hizo presente, pero por lo menos se trabajó para prevenir otra crecida y se hicieron algunas obras para que en caso de ingresar nuevamente tuviera un encauzamiento que la derivara sin causar demasiados daños. Una de esas obras fue un zanjón o canal que atravesaba el pueblo y que permitía que el agua escurriera por un lugar determinado sin desparramarse inundando las casas. Por supuesto el canal cruzaba las bocacalles a cielo abierto y lo único que pudo hacerse en cada esquina fue un angosto puente de durmientes de ferrocarril para que pudieran cruzar los peatones y algunos vehículos teniendo muchas precauciones.

Uno de los negocios que habían quedado a la vera del canal, era el bar “Star 78” que estaba ubicado en el barrio Avellaneda, justo en una esquina, luego del paso a nivel del ferrocarril. En ese lugar confluyen tres calles y se forman cinco esquinas, por donde el enorme zanjón bordeaba a una de ellas.

Era verano y en el bar había varios parroquianos que de pronto vieron venir un jeep descapotado a toda velocidad, cruzando las vías del tren como venía y el que era conducido por Polucho acompañado por su socio Miguel (ambos de profesión mecánicos). Estos dos amigos solían ir, luego de almorzar, a tomarse algunos vinos al bar del Club Atlético, y precisamente aquel día, después de la pasada por el Club, venía Polucho conduciendo el jeep a toda máquina como si fuera por la autopista panamericana.

Cuando llego a aquellas cinco esquinas, se encontró de golpe y porrazo con un tractor con máquinas enganchadas que venía de frente y que no le dejaba margen para maniobra alguna. Eran dos las posibilidades: o chocar de frente con el tractor o intentar esquivarlo doblando por la calle paralela al zanjón.

En ese momento, los parroquianos del “Star 78”, que ya estaban en la vereda, escucharon la voz desesperada de Miguel que grito “¡¡¡…ARRIESGUE POLUCHOO!!!”. Polucho inflado de emoción por el fervor del grito, y seguramente imaginando a la clientela del bar como su tribuna de admiradores, pego el volantazo a la izquierda pretendiendo doblar la curva, pero como la estabilidad del vehículo no era de las mejores, derrapó destartaladamente y terminaron cayendo el Jeep y sus dos ocupantes de cabeza al canal.

Ante el asombro de los presentes, salieron del agua, con algunos magullones, pero ilesos de milagro. Y allí mismo mojados de pies a cabeza levantaban los brazos mirando a su público, como si hubieran ganado un Rally.

domingo, 1 de febrero de 2009

EL PESCADO TAMBIEN SE REIA

Amalio, era un tipo inteligentisimo. Su profesion de toda la vida habia sido la de mecanico, de la que ya estaba retirado, aunque aun era el hombre de consulta de cualquier problema insoluble que tuviera algun motor en el pueblo, pero su verdadera veta pasaba por otro lado. Investigador, filosofo autodidacta, era dueño de un gran poder de deduccion y un gran método por el cual procedía lógicamente de lo universal a lo particular. Ironico a veces en sus respuestas, prefería generalmente el silencio, pero tenia el poder de reirse seriamente de las opiniones sin fundamento de sus interlocutores y de algunas cosas de la vida. Como cuando sostuvo seriamente y sin pestañear, en una discusion sobre si las temperaturas eran mas frias en los inviernos de antes que los de ahora, que el sentia como mas frios los de antes porque cuando el era chico andaban en alpargatas, sin medias y viajaban en sulky y en su caso peor aun porque el sulky era tirado por un caballo blanco, "...que de hecho es mas frio todavia..."
Un dia estaba contando una experiencia angustiante y trataba de filosofar sobre como en esas situaciones los seres humanos tenemos las reacciones mas incomprensibles. Explicaba que le toco vivir un aprieto terrible con unos amigos pescando en un bote casero que se les hundia en medio de la laguna y el justo habia pescado un ejemplar enorme. Amalio venia contando que era una situacion terrible y que nadie sabia que hacer y los demas pasajeros del bote sin ninguna razon logica, se supone que de los nervios se reian y se reian porque iban a tener que tirarse y nadar, y el no queria desprenderse de su pescado y tambien a el inexplicablemente le dio por reirse... y justo ahi uno de los que escuchaba compenetrado el cuento, le pregunto ¿Amalio y el pescado..? Amalio lo miro fijamente, y le respondio ..El pescado: ¡¡tambien se reía!!

domingo, 11 de enero de 2009

YO NO LLEVO BALANZA..

Don Andrade era changador de a caballo, resero, apartador, trabajador de yerras y lo que cuadrara en el ramo. Tenia un apelativo que a él, no se atrevia a decirselo nadie, pero era conocido por ese y no por su nombre de pila. Todos lo conocian por Cacerola Andrade y los comentarios publicos decian que era por el sombrero que usaba con una forma bastante estrafalaria, aunque se sospecha que pódria haber otra connotacion tras el sobrenombre. Era bastante mal llevado y de pocas palabras. En esa epoca de caminos de tierra, lluvias y pantanos, los viajantes de la ciudades que recorrian los pueblos con sus coches solian detenerse cuando se cruzaban con algun transeunte de a caballo o en carruaje que transitaba en sentido contrario, para preguntar por el estado del camino mas adelante é irse cerciorando que podrian llegar tranquilos a sus destinos. Una mañana temprano con lluvia la noche anterior, uno de estos vendedores venia luchando con su autito por la huella embarrada y en eso se cruza de frente con un jinete. Se detuvo y asomandose por la ventanilla saludo BUEN DIA SEÑOR, MUCHO GUSTO, SOY VIAJANTE DISCULPE LA MOLESTIA, PERO COMO UD. VIENE DEL LADO DE QUIROGA, TAL VEZ ME PUEDA DECIR SI EL CAMINO ESTARA MUY PESADO MAS ADELANTE...
Cacerola Andrade que ademas de ser de pocas palabras y un poco resentido con los desconocidos, ese dia justo estaba con toda la mostaza, sin mirarlo siquiera, taloneó el caballo siguiendo su viaje y por arriba del hombro le contesto: NO SE.. PORQUE YO NO LLEVO BALANZA..

PA' EL ROBERTO

Don Macario era incha fanatico de Los Carabajal, tal es asi que a los hijos varones le habia puesto los nombres de sus musicos y cantores admirados. El Carlos, El Roberto, El Peteco y el Cuty, soñando tal vez que le salieran con el arte de los originales. Los muchachos no salieron musicos ni cantores pero si emprendedores. Como estaban siempre ocupados Don Macario era el encargado de los mandados. Una mañana que salia para el pueblo para hacer unas compras, el Roberto se acordo, cuando ya habia arrancado el sulky, que se tenia que afeitar para el baile de esa noche y aprovecho para encargarle a los gritos que le trajera del pueblo, un pote de crema.
Don Macario llego tranquilo a la farmacia que estaba llena de gente, se pesó esperando su turno pacientemente y cuando le toco, hizo su pedido: Buen Dia..Me da un pote de crema.. El farmaceutico lo interrogo ¿..Para el cutis Don Macario? y Don Macario cansinamente le contesto ¡NO..PA EL CUTI NO,..PA EL ROBERTO!

sábado, 27 de diciembre de 2008

BAJESE QUE ESTA SERVIDO

El Tío Silvestre era un vasco alegre y jaranero, cuyas portentosas carcajadas se oían a una legua a la redonda, cuando arrancaba a reírse. Era por sobre todo un enamorado de las copas. Tanto, que comúnmente se moría de amor agarrándose unos pedales soberbios. Andaba en un sulky y como no tenia familia lo acompañaba siempre un empleado o secretario cuyo apelativo era Solby, quien lo seguía bastante bien en sus andanzas etílicas. Juntos no erraban boliche que estuviera abierto cuando venían del campo al pueblo, y tampoco cuando volvían..
Por supuesto eran conocidos y conocían todos y cada uno de los existentes, así que cuando alguno nuevo abría sus puertas para ellos era una romería, que festejaban con gran entusiasmo.
Una noche, ya tarde, volvían al campo después de un largo día de recorrer estaños y de chupar como por un campeonato, y de pronto el Tío ve una luz encendida en una puerta a la calle, cosa que le llamó la atención porque el lugar no lo tenia registrado en su larga lista de destinos …..
La reacción fue inmediata, tiro las riendas y dijo “A ver Solby bájese a ver si despachan todavía..” A los pocos segundos que el acompañante entro por la puerta, se escucho un vozarrón de adentro que decía “¡¡EL DEL SULKY: BAJESE QUE ESTA SERVIDO!!”
Cuando el Tío entró con una sonrisa de felicidad, lo que menos se esperaba era que el del vozarrón fuera el agente de turno, que lo llevo a patadas al calabozo junto a Solby, porque habían parado… en la Comisaría.
Dicen que las carcajadas del Tío Silvestre se escucharon esa noche en todo el pueblo mientras repetía BAJESE QUE ESTA SERVIDO!!

miércoles, 10 de diciembre de 2008

LAUCHA

En la escuela de adultos Fito tenia una larga historia. Pasaban años y no habia caso, no adelantaba mucho, aunque solo fuera para lo que pretendía la maestra: que aprendiera a leer.
A fuerza de dedicación casi exclusiva, al final Fito hizo algunos avances, por eso el día que vino la inspectora -que lo veía año tras año sin egresar nunca- la maestra decidió hacerle una pregunta para que se luciera y finalmente darle el certificado.
Asi es que habia dibujado en el pizarrón varias figuras sencillas, un gato, un gallo, una rata, y debajo escrito las sílabas que detallaban el nombre de cada cosa.
Los distintos alumnos iban contestando cuando se lo pedía la maestra y les señalaba una figura y las sílabas debajo, el tipo de animal que se trataba.
Cuando le llego el turno a Fito, la señorita señaló la figura y le marcó con el dedo las sílabas. Fito mudo. A ver:... la R con la A... Rrra..! ayudó la inspectora. La T con la A... Ttta..! apuntó la maestra en un desesperado intento que Fito la coreara.. Entonces ¿La palabra completa Fito?
y Fito.. exultante, mirando el dibujo grito con toda la voz: LAUCHA!!!

NO TE ME ANDES ESCONDIENDO...

El tartamudo Ávila, era un paisano grandote, resero de a caballo.
Bastante elemental en sus acciones, bueno si, pero impulsivo y con gran aptitud para meter la pata por sus brutos impulsos. Se bajaba del caballo y andaba casi siempre con un gran rebenque colgado de la mano. De esos de cabo grueso y con lonja sobada “cogote de toro”.
Con uno de esos, de cualquier lado que te peguen estas listo. Si es con el cabo te pueden pasar al otro mundo porque es de madera dura forrada en cuero con un peso importante, y si es un lonjazo, también puede mandarte al hospital.
Un día el tartamudo llego al pueblo y fue derecho al negocio del jorobado Hernández, un gallego relativamente joven, petiso, de voz muy baja, que tenia un severo problema de columna y caminaba totalmente encorvado con la cintura doblada y el torso casi horizontal por la enfermedad.
Cuando Ávila entro no había nadie en el negocio ni detrás del mostrador, así que largó un “¡¡BUENAS TARDES!!” bien fuerte como para ser escuchado y que vinieran a atenderlo. Al escuchar la voz, apareció Hernández desde una puerta lateral y pasó con su andar lento y agachado por detrás del mostrador sobre el que casi no sobresalía, para dirigirse a atender al cliente.
Tal vez contestó el saludo, pero el tono bajo de la voz, probablemente debido a su enfermedad, la hizo inaudible para el Tartamudo Ávila, que al no tener respuesta y viendolo como se deslizaba, ahí nomas enarboló el rebenque y le asentó por arriba del mostrador semejante lonjazo al Jorobado Hernández por las espaldas, al tiempo que le decía “..¡¡QUE A MI.....QUE A MI... NO TE ME ANDES ESCONDIENDO!!!”.
Hernández termino en el hospital y el Tartamudo en un calabozo.