miércoles, 4 de febrero de 2009

¡¡..ARRIESGUE POLUCHO!!

La inundación estaba haciendo estragos. El agua venía desbordando lagunas y en Quiroga que no fue menor, terminó superando las escasas defensas y pasó a raudales por la plaza principal. Se organizaron las tareas, como siempre después que el mal se hizo presente, pero por lo menos se trabajó para prevenir otra crecida y se hicieron algunas obras para que en caso de ingresar nuevamente tuviera un encauzamiento que la derivara sin causar demasiados daños. Una de esas obras fue un zanjón o canal que atravesaba el pueblo y que permitía que el agua escurriera por un lugar determinado sin desparramarse inundando las casas. Por supuesto el canal cruzaba las bocacalles a cielo abierto y lo único que pudo hacerse en cada esquina fue un angosto puente de durmientes de ferrocarril para que pudieran cruzar los peatones y algunos vehículos teniendo muchas precauciones.

Uno de los negocios que habían quedado a la vera del canal, era el bar “Star 78” que estaba ubicado en el barrio Avellaneda, justo en una esquina, luego del paso a nivel del ferrocarril. En ese lugar confluyen tres calles y se forman cinco esquinas, por donde el enorme zanjón bordeaba a una de ellas.

Era verano y en el bar había varios parroquianos que de pronto vieron venir un jeep descapotado a toda velocidad, cruzando las vías del tren como venía y el que era conducido por Polucho acompañado por su socio Miguel (ambos de profesión mecánicos). Estos dos amigos solían ir, luego de almorzar, a tomarse algunos vinos al bar del Club Atlético, y precisamente aquel día, después de la pasada por el Club, venía Polucho conduciendo el jeep a toda máquina como si fuera por la autopista panamericana.

Cuando llego a aquellas cinco esquinas, se encontró de golpe y porrazo con un tractor con máquinas enganchadas que venía de frente y que no le dejaba margen para maniobra alguna. Eran dos las posibilidades: o chocar de frente con el tractor o intentar esquivarlo doblando por la calle paralela al zanjón.

En ese momento, los parroquianos del “Star 78”, que ya estaban en la vereda, escucharon la voz desesperada de Miguel que grito “¡¡¡…ARRIESGUE POLUCHOO!!!”. Polucho inflado de emoción por el fervor del grito, y seguramente imaginando a la clientela del bar como su tribuna de admiradores, pego el volantazo a la izquierda pretendiendo doblar la curva, pero como la estabilidad del vehículo no era de las mejores, derrapó destartaladamente y terminaron cayendo el Jeep y sus dos ocupantes de cabeza al canal.

Ante el asombro de los presentes, salieron del agua, con algunos magullones, pero ilesos de milagro. Y allí mismo mojados de pies a cabeza levantaban los brazos mirando a su público, como si hubieran ganado un Rally.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me acuerdo de esa situación, si era para epoca que Hector Larrea tenia el programa de TV y decia " arriesgue" y a Miguel se le habia pegado.

sebastian dueñas dijo...

jajaja que grande mi viejo..muy buena historia